El amianto o “asbesto” es un material resistente al fuego tremendamente eficaz y también muy resistente al calor, motivo por el cual fue muy utilizado a partir de la Segunda Guerra Mundial, sin embargo posteriormente se descubrió que puede causar graves problemas para la salud, incluyendo varios tipos de cáncer por lo que se prohibió su uso a partir de 1980.
A pesar de esta prohibición el amianto sigue presente en estructuras anteriores y eliminarlo es caro y complicado, por lo que en muchos casos se opta por el proceso de encapsulación, esto evita que el amianto se libere en el aire y por lo tanto se evita cualquier problema relacionado con la salud.
Además con este proceso conseguimos una segunda ventaja, y es que, los beneficios de resistencia al fuego del asbesto permanecen inalteradas.
Otra enorme ventaja de este sistema es que es más económico y sencillo que el proceso de eliminación del material.
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